Cuando hablamos de diseño de espacios, inmediatamente pensamos en creatividad, estilo y aprovechamiento del espacio, entre otras cosas, pero muchos se sorprenderían al saber que hay un grado de ciencia involucrada en el diseño de interiores.
También está pensado para darle forma a un lugar, sea público o privado. No importa si es un centro comercial, una tienda, una oficina, un parque o un museo, el objetivo es hacer de estos espacios lugares funcionales donde la distribución, los accesos, la señalítica y el mobiliario son elementos primordiales.
Los profesionales del diseño de espacios siguen una serie de reglas informales basadas en principios específicos de diseño de interiores y elementos que incluye:
- Espacio
- Líneas
- formas
- Luz
- Color
- Textura
- Patrones
Mantener estas siete ideas equilibradas es la clave para crear un interior estéticamente agradable.
¿Dónde está la ciencia involucrada? pues bien, en el caso específico del espacio, se trabaja en tercera dimensión, es decir, se tiene en cuenta el largo, ancho y alto de una habitación para lograr una funcionalidad y perspectiva de diseño.
Asimismo, el espacio puede dividirse en dos categorías; negativo y positivo. El primero se entiende como el espacio abierto o vacío, mientras que el segundo es aquel que contiene objetos. El equilibrio entre ambos es esencial para evitar el hacinamiento o la escasez.
Teniendo en cuenta esto, se debe procurar usar el espacio negativo en aquellos lugares donde hay mucho tráfico de personas (pasillos, sala, hall). También es crucial considerar el tamaño de los muebles y objetos que vayamos a usar en la habitación.
Para darle forma a una habitación y guiar al ojo la mejor manera de hacerlo es utilizando las líneas horizontales, verticales o dinámicas. Cualquiera de éstas pueden ayudar a darle armonía, unidad y contraste a una sala.
Si lo que buscamos es dar esa sensación de estabilidad, formalidad y eficiencia, las líneas horizontales son las que debemos tener en cuenta. Por su parte, las líneas verticales que las podemos encontrar en ventanas y puertas dan ese sentimiento de libertad y fuerza, pero en un nivel más funcional enfatizar en estas líneas nos ayuda a darle ilusión de altura al lugar.
Las líneas diagonales son esas líneas en zigzag o curvas, muy comunes en escaleras, uno que otro mueble y lámparas. La funcionalidad de éstas es proporcionar energía y movimiento estimulando y capturando nuestra vista
Este elemento está relacionado a la forma física de cualquier objeto, llámese cojín, sofá, salón o cualquier cosa que sea tridimensional. Generalmente, las formas se pueden describir cómo geométricas o naturales.
Sea natural o artificial, la luz es indispensable en el diseño de espacios, puesto que sin ella todos los demás elementos perderían protagonismo. La luz se puede dividir en tres categorías: Iluminación con un propósito definido, iluminación para acentuar objetos e iluminación ambiental.
Elegir la cantidad y la calidad de luz dependerá mucho del uso del espacio, por ejemplo una oficina necesita iluminación clara o lo más natural posible para que los trabajadores puedan ver y estén siempre alerta. En cambio, en una sala podemos jugar con la luz y por medio de un dimmer atenuar el lugar dándole versatilidad.
De los elementos claves del diseño de interiores, el color es una ciencia en sí, ya que tiene la capacidad de crear estados de ánimo, definir la unidad y alterar la percepción de los lugares en cuanto al tamaño.
También tiene mucho que ver con la psicología, pues a través de los tonos se puede evocar recuerdos o emociones, puede estimular la actividad física y valga la redundancia, la psicológica.
Mezclar texturas con colores o patrones da una sutil sensación de profundidad. Desde los muebles hasta los accesorios y telas, la textura es capaz de agregarle a éstos interés y detalle haciéndolos visualmente más agradables.
Existen dos tipos de textura la visual y la real. Una se entiende como la impresión que podemos percibir al ver algún objeto, este efecto generalmente se encuentra en forma de patrón.
La combinación de patrones y colores nos arroja textura. Los patrones nacen mediante el uso de un diseño repetitivo y se puede encontrar en papel tapiz, muebles, alfombras y telas. Rayas, geométricos, pictóricos, orgánicos, con motivos y estampados de animales son algunos tipos de patrones que podemos encontrar en el mercado.
El uso de los patrones es de cuidado, pues debemos considerar el tamaño y el estilo del espacio. Si el lugar al que queremos implementar algún patrón es muy pequeño, podemos caer en el error de convertirlo en un lugar abrumador. Sin embargo, como sucede con las líneas, los patrones que crean líneas verticales u horizontales que pueden usarse para dar una mayor sensación de amplitud.
El concepto general del diseño de espacios es poder desarrollar proyectos que garanticen que el espacio se adapte a las necesidades de las personas que vayan a interactuar en él. Si se tienen en cuenta los elementos anteriormente mencionados va a ser muy sencillo encontrar el balance para crear ambientes únicos, innovadores pero sobre todo confortables.
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